Prevención. Lesiones por quemadura

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Prevención. Lesiones por quemadura

La mayoría de la bibliografía existente sobre este tema trata esencialmente de la prevención en los  niños, por ser extremadamente sensibles a la injuria térmica. Es por eso importante enseñar a la población en general a identificar los factores de riesgo y proponerles unas normas para seguir para evitarlos, mediante campañas educativas encaminadas a evitar los factores de riesgo que producen las quemaduras: sustancias sólidas y líquidas calientes, la electricidad, las llamas y las sustancias corrosivas.

DIRECTRICES GENERALES DE PREVENCIÓN


 Las quemaduras son prevenibles, y por tanto evitables.



Los países con rentas altas han logrado avances considerables en la tarea de reducir las tasas de muertes por quemaduras combinando estrategias preventivas con una mejor atención de las personas afectadas. La mayoría de estos avances en materia de prevención y atención no se ha aplicado en forma completa en los países con rentas baja y media. Si se intensificaran los esfuerzos en ese sentido, se reducirían significativamente las tasas de muertes y de incapacidad relacionadas con las quemaduras.



Mediante las estrategias de prevención deberían abordarse los peligros relacionados con las lesiones por quemaduras, la educación para la población vulnerable y la capacitación de la comunidad en primeros auxilios.



Un plan eficaz de prevención de las quemaduras debería ser multicultural e incluir amplias iniciativas orientadas a: (86-88)

  • Generar mayor conciencia

  • Elaborar políticas eficaces y exigir su cumplimiento

  • Describir la carga que representa el problema e identificar los factores de riesgo

  • Establecer prioridades de investigación y promover las intervenciones prometedoras

  • Ofrecer programas de prevención de quemaduras

  • Fortalecer la atención de quemaduras

  • Fortalecer las capacidades para llevar a cabo todo lo anterior

La mayoría de la bibliografía existente sobre este tema trata esencialmente de la prevención en los niños, por ser extremadamente sensibles a la injuria térmica.40 Es por ello importante enseñar a la población en general a identificar los factores de riesgo y proponerles unas normas a seguir para evitarlos, mediante campañas educativas.



Las principales normas generales de prevención hacen referencia a: (86-88)

  • No fumar dentro del hogar y mucho menos en la cama

  • No sobrecargar las tomas de corriente

  • No utilizar fuegos artificiales o similares

  • Mantener fósforos, mecheros, químicos y velas encendidas lejos de los niños

  • Colocar protectores de enchufes

  • Las alarmas de incendio en casa son recomendables

  • Colocar la televisión y equipos de música contra la pared

  • Colocar pantallas delante de las chimeneas

  • En el baño:

    • Los termostatos de agua permiten ajustar la temperatura. Temperaturas de 54º pueden escaldar a un niño en 2-3 segundos.

    • Al llenar la bañera empezar y acabar con agua fría.

    • Introducir el codo (el adulto), para probar la temperatura.

    • Desenchufar todos los aparatos eléctricos que no se estén usando

  • En la cocina:

    • No permitir que el niño utilice el andador en la cocina

    • No consumir bebidas calientes si se tiene un niño en el regazo 37)

    • No tener el niño en brazos mientras se cocina

    • No calentar los biberones en el microondas 37

    • Mantener los mangos de sartenes y asas de las ollas lejos del acceso a los niños.

    • Las comidas y bebidas calientes estarán fuera del alcance de los niños37

  • Los Adultos:

    • Las quemaduras de los adultos están asociadas a los peligros inherentes a la sociedad moderna. Las personas tienen los mismos riesgos, pero aumentados por la pérdida de reflejos asociados a la edad.

    • La prevención debe asociarse al refuerzo de las normas de seguridad.

    • Aplicar las normas de seguridad al diseño y a los materiales de las viviendas, y fomentar las inspecciones de hogares.

    • Mejorar el diseño de las cocinas, sobre todo en relación con la estabilidad y la prevención del acceso de los niños.

    • Promover el uso de cocinas más seguras y combustibles menos peligrosos y brindar información sobre el uso de prendas que pueden prenderse fuego.

    • Reducir la temperatura en los grifos de agua caliente.

    • Promover la educación sobre seguridad contra incendio y el uso de detectores de humo, rociadores y salidas de emergencia en las viviendas.

    • En el hogar es donde ocurre la mayoría de los accidentes, por lo que es importante la revisión de la instalación del gas, de la electricidad, los aparatos eléctricos y almacenamiento de líquidos inflamables y corrosivos.

    • En el adulto después del hogar, es el trabajo el siguiente escenario donde se producen estos accidentes. Se debe seguir y reforzar las normas de seguridad laboral.

    • Promover la adopción de normas de seguridad industrial y su cumplimiento, y el uso de telas ignífugas para la ropa de dormir de los niños.

    • Por último, durante el ocio también se producen accidentes: escapes de las motos, parrilladas, quemaduras solares, etc. Aquí deben prevalecer algunas de las normas vistas con anterioridad y sobre todo mucho sentido común.

    • Promover leyes que ordenen la producción de cigarrillos diseñados para reducir el riesgo de incendio.

    • Mejorar el tratamiento de la epilepsia, especialmente en los países en desarrollo.

    • Promover el mayor desarrollo de sistemas de atención de quemaduras, incluyendo la capacitación de proveedores de atención de la salud en la adecuada clasificación y manejo de personas con quemaduras.

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